Desde el enfoque en autoamor, usar conscientemente a la hueva de obsidiana es una práctica dentro de este abordaje de acompañamiento, es una invitación a replantearnos cómo nos relacionamos con nosotres mismes, revelando capas de patrones e historias personales que están guardadas en ese abismo al que llamamos inconsciente. En el mundo en que vivimos, donde aún operan fuerzas que buscan infantilizarnos y mantenernos en roles de dependencia, la obsidiana se convierte en un espejo que nos recuerde y apoya a recuperar nuestro poder.
Como dice el pasaje de Teoría de King Kong:
Si no avanzamos hacia ese lugar desconocido que es la Revolución de los géneros... regresamos a un estado omnipotente que nos infantiliza, que interviene en todas nuestras decisiones, por nuestro propio bien, que —con la excusa de protegernos mejor— nos mantiene en la infancia, en la ignorancia y en el miedo al castigo y la exclusión.
Usar la hueva de obsidiana es, en este sentido, una forma de romper con estos mecanismos que nos han vuelto vigilantes de nosotres mismes, de nuestros deseos y de nuestra autonomía. La obsidiana actúa aquí como una herramienta simbólica de autoamor, que nos lleva a identificar y transformar las creencias que nos limitan y a explorar la relación que tenemos con nosotres y con el mundo. Su energía nos recuerda que, lejos de aquello que nos destruye y nos aparta del poder, tenemos la capacidad de construir una vida desde la conciencia y el respeto a nuestras propias necesidades.
En AMA exploramos el universo de la hueva de cuarzo rosa y nos sumergimos en preguntas profundas como:
🌸 ¿Qué significa el amor para mí?
🌸 ¿Qué doy y qué pido en su nombre?
Tras una etapa inicial con la obsidiana, donde conectamos con nuestra intimidad y autoindagación, el cuarzo rosa nos invita a reconocer nuestra capacidad de empatía, observando hasta dónde queremos y podemos ofrecer sin caer en una “sobreempatía” que nos desrregula (un patrón en el que, si creciste socializada como mujer, tal vez hayas sido entrenade sin saberlo). Venimos pensando hace décadas en que sin autorregulación no hay verdadera empatía. Sólo al habitar nuestras propias emociones podemos sostener al otro en su vulnerabilidad. Como dice Brené Brown, la empatía no es “ponerse en el lugar del otro”, sino sentir con el otro, lo cual es muy movilizante, pues implica conectar con una emoción similar en nuestro propio interior.
También abordaremos la diferencia entre empatía y simpatía, desde una perspectiva crítica y compasiva. Sí, es posible ser crítica y compasiva al mismo tiempo. La hueva de cuarzo rosa nos acompaña como un testigo, como la energía fértil que nutre este proceso de introspección, ayudándonos a vivenciar una conexión sincera con nosotras mismas y el mundo que nos rodea. Una buena síntesis de por qué primero la obsidiana y después el cuarzo rosa podría ser: “Composto para luego reconocer la potencia de mi fertilidad”.
Con el uso consciente de la hueva de cuarzo cristal estamos enraizando la energía de la luz; este cristal es un aliado para conectar con la luz y con los planos más sutiles de nuestro ser, de mínima eso es lo que se suele promover en relación a esta hueva. Regido por el sol y la luna, y fusionando los elementos fuego y agua, el cuarzo cristal nos invita a habitar la energía de la Gran Madre y a expandirnos desde ese lugar de claridad.
Este cristal tiene una historia sagrada. Tradicionalmente, fue usado en los misterios eleusinos para encender el fuego sagrado al concentrar la energía del sol. Diversas culturas, desde los pueblos originarios de Norteamérica hasta las prácticas wiccanas, lo consideran un mineral de poderes celestiales. En los rituales de luna llena, el cuarzo cristal, muchas veces combinado con plata, simboliza el vínculo entre la tierra y lo cósmico.
En términos chamánicos, el cuarzo cristal es el chamán, y el chamán es el cuarzo cristal. Es una representación mística del espíritu y del intelecto de la humanidad. La conexión que tenemos en AMA con este cristal va desde la raíz hasta la coronilla, activando el chakra corona y estimulando la glándula pituitaria y pineal. Después de trabajar con la obsidiana, que enfoca la energía en el útero y nos propone visibilizar el vínculo que tenemos con nuestra sombra, y con el cuarzo rosa, que nos abre al universo del corazón y la empatía, el cuarzo cristal nos lleva a conectar con nuestras creencias y percepciones más profundas. Es un portal hacia la claridad y la posible expansión de tu belleza. Entonces, la síntesis en esta instancia podría ser: “Composto para luego reconocer la potencia de mi fertilidad y compartirme a mi ritmo”.
Desde el punto de vista de AMA, la hueva de amatista trabaja con la ley del péndulo, acompañándote a descubrir tu propia danza. El proceso con la amatista también te puede proponer un diálogo interior con tu ser adolescente, para recuperar su fuerza, su rebeldía, su confianza y recordar cómo la adolescente que llevamos dentro toma acción por aquello que siente verdadero en su interior. Junto con esta hueva podemos indagar en la celebración, en el acto de celebrar y estar en contacto con la vida, desde la perspectiva de AMA.
Recordá que estos son disparadores para que comiences el viaje consciente junto con las huevas. Sin embargo, el uso de la hueva de amatista no reemplaza el viaje consciente grupal o individualmente dentro de AMA. Siempre les vamos a recomendar hacer el proceso completo, por lo gozoso y amoroso que es hacerlo con gradualidad, tanto sea grupal como individualmente.
